José Saramago en esta historia nos propone una reflexión profunda sobre la educación de los niños y no perder nuestra esencia. Una historia de un niño que salva un espacio natural por el simple hecho de ver las cosas con ojos de niño.
- La importancia de valorar y cuidar la naturaleza.
- El valor de la curiosidad.
- La importancia de nuestras acciones en la generación de cambios en nuestro entorno.
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