Conocedor de todos los rincones de su tierra, un hábil jinete, y
valiente hasta la muerte. Con una cautivante personalidad que imponía respeto y
despertaba admiración.
Fue antes que nada un caudillo. Pero un caudillo como lo define la
etimología de la palabra: cabeza promotora y pensante de sus adeptos. Que
renunciaría a todo por ellos. Por sus ideales, por su patria.
Su ideal mayor, la libertad, mensaje totalmente comprendido por su
pueblo, que también anhelaba la Independencia, palabras que simbolizan el
sentir de un pueblo valeroso insobornable, que jamás claudicaría.
En el general Martín Miguel de Güemes encontramos al arquetipo de
caudillo, padre, y amigo. Porque además de ser un soldado de agallas pudo
frenar las acometidas realistas en el norte, a lo largo de diez años de
combate.
También encontramos en la personalidad de Güemes al padre
solícito, que aún renunciando a la vida familiar, que por su condición de
hacendado podía llevar, nunca dejó de lado el rol que debía cumplir.
Amigo hasta la muerte, porque hasta el último momento de su vida
no abandonó a ninguno de sus camaradas, aunque esto le valiera una herida,
herida de muerte. Bien pudo ocultarse y dejar que los realistas cargarán contra
sus gauchos, pero primero estuvo la lealtad con los suyos y es por ello que en
la noche del 7 de junio de 1821 es sorprendido y herido en el centro
mismo de la provincia de Salta.
En una partida realista a la ciudad hay un tiroteo por la noche y
Güemes recibe dos tiros por la espalda.
A caballo llega a su campamento de Chamical, casi al
amanecer.
Aun sabiéndose pronto a morir no acepta el ofrecimiento del
comandante español y hace jurar a sus lugartenientes gauchos que no dejarán de
luchar hasta que la independencia esté asegurada.
Ésta es la más grande enseñanza que nos deja Martin Miguel de
Güemes: jamás claudicar, jamás dejar sobornarnos por intereses mezquinos,
dejarlo todo por la patria, hasta la muerte.
¡Qué gran ejemplo para nuestros dirigentes de hoy! ¡Tremendos
valores a imitar!
En la persona de Güemes el significado de la palabra gaucho se
revaloriza cargando en ella todas las aceptaciones altruistas en su máxima
expresión.
Es por ello que queridos alumnos, sintámonos orgullosos de que por
cualquier circunstancia nos llamen gaucho, pero cuidado, el legado es muy
grande y debemos honrarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario