¿Qué es el grooming?
El grooming de menores en Internet es un fenómeno que podríamos traducir como engatusamiento y que se utiliza para describir las prácticas online de ciertos adultos para ganarse la confianza de un (o una) menor fingiendo empatía, cariño, etc. con fines de satisfacción sexual (como mínimo, y casi siempre, obtener imágenes del/a menor desnudo/a o realizando actos sexuales). Por tanto está muy relacionado con la pederastia y la pornografía infantil en Internet. De hecho el groominges en muchas ocasiones la antesala de un abuso sexual.
Prevención
Establecer unos hábitos de navegación seguros.
Acordar unas normas de uso de Internet en casa favorecerá su responsabilidad y
su seguridad al
conectarse. Debemos establecer unos horarios de uso y cuál será el
lugar para usar esos dispositivos, procurando que sean espacios comunes.
Extremar la precaución al conversar online. Para
los menores, un desconocido puede dejar de serlo si ya han hablado un par de
veces por Internet. Puede incluso que el atacante sea una persona que sí
conocen en persona. Por ello, en cualquier conversación online debemos ser
cautos a la hora de compartir nuestra información personal y
mantenernos alerta: no todo es lo que parece.
Evitar prácticas de riesgo. En Internet es
bastante fácil que alguien se haga pasar por quien no es. Por ello, es
recomendable evitar prácticas como el sexting, así como no contactar o quedar
con personas a las que no conocemos en persona. Siempre que alguien proponga un
encuentro, comunicárselo a un adulto de confianza.
Ser conscientes del uso que hacen de la cámara del móvil o
WebCam. Es necesario plantearnos si son suficientemente maduros para
tener su propio móvil o dispositivo, con la responsabilidad que eso conlleva.
Enviar fotos o realizar videollamadas es un riesgo sobre el que no siempre
reflexionan, pueden producir un contenido comprometedor o íntimo sin que ellos
sean conscientes de ello. Mientras no se estén usando, las cámaras deben estar
tapadas, y sólo utilizarse de forma meditada y con precaución.
Comunicación y sensibilización. Hablar con
naturalidad del amor y la sexualidad les ayudará a diferenciar las relaciones
saludables de las que no lo son. Deben conocer con claridad cómo ocurre una
situación de grooming y sus consecuencias para saber cómo protegerse. Además,
una buena comunicación nos permitirá conocer sus hábitos en Internet y sus
amistades online. Frente a un problema, podrán acudir a nosotros o a un adulto
de referencia con el que se sientan cómodos.
Acompañamiento y supervisión. El acceso de los
menores a Internet debe ser progresivo y contar con el respaldo de un adulto,
para que aprendan poco
a poco cómo utilizar las nuevas tecnologías de forma segura y
responsable. Para los más pequeños, podemos además instalar sistemas de
control parental en los dispositivos, para limitar su uso y
supervisar su actividad.
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